Cabe destacar el poema de Eugenio Montale, Ossi di seppia (Huesos de sepia). En este poema, el autor plasma sentimientos de abandono y soledad, una conciencia de vacío y de desorden interior… restos de una vida muerta en la playa, empujada por las olas.
Es una paradoja ya que llama "hueso" a algo que es flexible y traslúcido como una pluma cartilaginosa, para nada óseo que es el sepión, jibión o concha.
Aquí escribo un pequeño fragmento de este poema:
“Oh entonces zarandeados
como un hueso de jibia por las olas,
desvanecerse poco a poco,
volverse un árbol arrugado o una piedra…”
domingo, 17 de mayo de 2009
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