Esta concha tabicada compuesta por cámaras comunicadas por un conducto , el sifúnculo, proporcionaba un sistema de flotación por medio del control en la proporción de líquido y gas contenido en su interior.
Este sistema se conserva en la actualidad en: Nautilus (concha externa), Sepia y Spirula (concha interna).
Un gran número de cefalópodos actuales son más pesados que el agua, por ello se han establecido dos estrategias adaptativas. Se han adaptado a la vida bentónica o se mantienen en flotación incorporando en su cuerpo sustancias más ligeras.
La concha de las sepias es el sepión. Es una concha interna que utilizan para modificar su flotabilidad. Están formados por numerosas cámaras estancas dispuestas unas sobre otras, que contienen gas y líquido. El gas que contienen la cámaras es fundamentalmente nitrógeno.
Cuando el animal precisa de mayor flotabilidad bombea líquido fuera de las cámaras del sepión, aumentando el espacio disponible para el gas.
El bombeo de líquido del sepión a la corriente sanguínea está regulado por una membrana que soporta la presión hidrostática del mar, situada en un conducto, el sifúnculo, de la zona ventral del sepión.
Cuando el animal requiere disminuir la flotabilidad ocurre el proceso inverso.
La profundidad a la que pueden vivir las sepias se ve limitada por las diferencias de presión que puede soportar el sepión calcáreo.
Sepia
El mecanismo es similar para Nautilus y Spirula, aunque éstos pueden soportar presiones hidrostáticas mayores porque los tabiques de las cámaras de sus conchas son más resistentes que las de Sepia.
Nautilus
Fuente: dclavijo.blogspot.com/2008/07/tool-y-fibonacci.html
Otros mecanismos de flotabilidad consisten en la acumulación de fluidos más livianos que el agua de mar, como pueden ser productos derivados de la excreción (cloruro de amoniaco), la acumulación de grandes cantidades de lípidos en la glándula digestiva,...
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